¿Cómo es del otro lado? Pues… así a ciencia cierta no tengo
idea. Habría que preguntarle a Omega. Es él el que pasa a este lado y toma el
control. Tú sabes, llega y toma las riendas. Cuando eso pasa no sé que sucede
la mayoría de las veces. Pero en algunas ocasiones (raras, por cierto), llega
un punto en el que parece que llegáramos a ser uno mismo, y no los dos lados
opuestos de un espejo. Es como si nos fusionáramos, y nuestros mundos se
sincretisan. Eso, es a lo que yo
llamo estar del otro lado.
Y no es tan diferente a nuestro mundo. También hay cantinas
y borracheras, hospitales, parques, escuelas, calles estériles y callejones sombríos,
lideres políticos y gobernantes. Es exactamente lo mismo pero diferente, como
nebuloso. Parece que flotaras cuando caminas. Tu cuerpo, tu ropa, la vida misma
se siente más ligera. Se siente mejor. Piensa en la mejor borrachera que hayas
tenido, el viaje con hierba mas elevado que te hayas dado, el momento en que te
hayas sentido más satisfecho de ti mismo, y súmale mil orgasmos. Es mierda.
Estar ahí es mejor. Resulta ser un viaje muy adictivo. Aquí no existe aquello
de “lo voy a dejar antes de quedar enganchado”. Basura. Con una vez basta para
querer regresar… Si llegaste una vez, estás jodido. Siempre vas a querer más.
Si fuera por ti te quedarías el resto de tus días pero es imposible. De un modo
u otro siempre regresas. A veces despiertas en tu cama, a veces en una
ambulancia rumbo al hospital. Lo que te pase en ese lugar, te va a doler de
vuelta en casa.
Resulta ser como un sueño muy adictivo. Uno en el que todas
las personas que conozcas, tienen una contraparte. Yo les llamo su “versión B”.
Hay una versión B de ti, de tu hermano, tus padres, tu mejor amigo y hasta tu
novia, y viceversa. O sea, que cualquier persona que conozcas de ese lado,
tiene una versión A en este mundo. Y pueden ser muy diferentes entre ellos. A
veces hasta se aborrecen.
Tú mismo podrías sorprenderte al encontrarte, si es que
algún día llegas a ir. Si aquí eres un don nadie, ahí puedes ser el rey del
mundo, o tener alas, o ser una versión femenina de ti mismo. Las diferencias
pueden ser sutiles o sustanciales. Puede ser un simple cambio de carácter, o de
forma. Las posibilidades son vastas. Podrías ser un simple predicador, o un
maldito asesino hijo de puta. Ese es el verdadero problema, porque, verás… (y
esto es importante si es que piensas intentarlo). Si tú estás allá, quiere
decir, que tu versión B está viviendo tu vida, y lo que haga, se queda,
esperando para joderte tan pronto regreses.
CONTINUA EN: El conflicto del libro de historietas
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