miércoles, 26 de enero de 2011

Entre dos tierras

-"Y si te piensas echar atrás
tienes muchas huellas que borrar"
-Héroes del Silencio

Si me preguntaran cual ha sido la decisión más importante que he tomado, la más crucial, la que definió mi vida, no sería el haber estudiado la universidad, o el haberme casado, ni el haber tenido hijos, no.
¿Sabes? Pienso que la vida tiene muchos caminos, muchas formas y destinos. Muchas veces he regresado en mi mente a aquel momento, muchas veces me he preguntado donde estaría si me hubiese ido a Yucatán.
Mi vida, como la de todos al principio, estuvo regida por la voluntad de mis padres. Pero eso nunca fue bien conmigo.
Cuando yo era niño, a mi padre solían cambiarlo de residencia laboral constantemente, y allá a donde él fuera, ahí íbamos todos.
Y fuésemos a donde fuera, mis hermanos y yo no nos preocupábamos por lo que sería de nosotros. El camino estaba señalado. Creo que ni lo pensábamos en realidad.
Al ser el menor vi a mis hermanos crecer. Vi como algunos estudiaron la universidad mientras otros preferían trabajar. Observé la alegría estampada en sus caras al comprarse su primer auto. Algunas de mis hermanas se casaron pronto, otras no, pero todas se casaron. Mis hermanos también lo hicieron aunque mostraron mayor resistencia. Pero era fácil, al menos en retrospectiva. Si se casaban se iban de casa, pero seguirían trabajando en el mismo lugar cerca de la familia. Si no se casaban, pues seguirían en casa hasta hacerlo.
Por mi parte siempre fui rebelde. O sea, un alma aventurera con criterio independiente y aspiraciones. La clase de gente que todas aquellas personas que desean sin atreverse a ser llaman rebelde. Los hombres con naturalezas como la mía, rara vez son bien vistos.
Debido a dicha naturaleza yo quería salir… Ver que hay más allá, conocer el mundo… pero seguía atado a la voluntad de mis progenitores. Sin embargo cuando tuve edad para ir a la universidad, encontré la oportunidad de escapar. Mi padre me permitió estudiar fuera, dándome a escoger entre vivir con unos tíos en Xalapa, o con mi abuelo en Yucatán.
En Xalapa conocí y me enamoré de una joven que estudiaba en México, ese amor, me llevó a México. Fue ahí donde encontré mi vocación. Finalmente, mi vocación me trajo aquí, donde conocí a la mujer que embaracé y con la que me casé. Pero debido a mi naturaleza, siempre he querido saber que hubiese pasado si hubiera tomado el otro camino, y es por mi naturaleza que me voy, que debo seguir adelante. Con esto no me disculpo, sólo me explico.
Así que antes de decidir, piensa muy bien con quien te quieres quedar, ¿con tu madre, o conmigo? –me dijo mi padre el día en que nos abandonó.

Y a veces por las noches, cuando no puedo dormir, me pongo a pensar donde estará, o donde estaría yo, si me hubiese ido con él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario